El 2023 ha sido el año con más movimiento de migrantes por la Selva de Darién (Panamá), con un total de 520,085, de los cuales 120,000 fueron menores de edad, superando así los registros de 2022, que fueron de 248,283 migrantes, mientras que en 2021 fueron 133,726, según informe del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá (Minseg).
En las recientes cifras, las nacionalidades más frecuentes entre los migrantes fueron Venezuela, con 328,667 personas; Ecuador, con 57,222; Haití, con 46,558; y China, con 25,344.
Asimismo, el Minseg reportó una disminución en la entrada de migrantes por el Darién en los últimos tres meses del año, con 49,256 en octubre, 37,231 en noviembre y 24,626 en diciembre.
Menores de edad en el Darién: un caso preocupante
La experta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Johana Tejada López, declaró a la agencia EFE que 2023 fue un año récord en el paso de niños, niñas y adolescentes por el Darién, con más de 100,000 menores, de los cuales el 50 % tenía menos de 5 años.
Tejada López agregó que la mayoría de las familias que migran provienen de Venezuela, Haití, Ecuador y Colombia, y que se ha observado un aumento de los casos de menores separados de sus padres en medio del trayecto y de adolescentes que han viajado solos.
Trayecto con alto riesgo de principio a fin
Los migrantes que cruzan el Darién llegan primero a Bajo Chiquito, donde son registrados por las autoridades y pasan una noche. Al día siguiente, deben tomar unas canoas que ellos mismos pagan y navegar por el río Tuquesa hasta uno de los dos albergues que hay en el Darién.
En estos albergues, conocidos por los migrantes como “a ONU”, reciben asistencia alimentaria, humanitaria y médica por parte de las autoridades panameñas, así como varios organismos internacionales.
En total, el gobierno de Panamá ha invertido alrededor de $70 millones de dólares en los últimos años en esta operación única en el continente, según datos oficiales.
Cuando finalmente los migrantes cruzan el Darién, estos deben tomar un autobús que ellos mismos costean y que los lleva hasta Costa Rica, el siguiente país de tránsito en su ruta hacia Estados Unidos.
El flujo migratorio por el Darién no se ha detenido a pesar de las restricciones anunciadas por algunos países de tránsito, como las deportaciones de migrantes irregulares con antecedentes penales en Panamá, o por Estados Unidos, que ha endurecido las condiciones para acceder al asilo.
Estados Unidos NO CONCEDE ASILO por RAZONES DE POBREZA O FALTA DE TRABAJO que generalmente son las causas de la migración.
Chicago enfrenta crisis humanitaria
Ante la proximidad del crudo invierno de Chicago, las autoridades locales luchan contra reloj para proveer de alojamiento a miles de migrantes, albergados precariamente, que han saturado la capacidad de respuesta de la ciudad, que afronta una crisis humanitaria sin fin.
Según cifras oficiales de un total de 23 mil personas que llegaron, todavía quedan varios miles que viven en carpas y campamentos improvisados frente a estaciones de policía o en el aeropuerto.
El inmigrante venezolano Jesús Aular, que vende arepas en las afueras de un albergue de la ciudad, dice que está “agradecido por la oportunidad que le dieron de llegar a Chicago” y pide “calma” a sus compatriotas.
Los inmigrantes son en un 85% de origen venezolano, pero también los hay procedentes de Colombia, Ecuador, Nicaragua e incluso Rusia.
Por su parte el colombiano Daniel García, que está viviendo en una tienda de campaña, dijo a la agencia de noticias EFE que Estados Unidos no era lo que se imaginaba y que pensaba en “autodeportarse”.
Aproximadamente una decena de autobuses procedentes de Texas y uno de Luisiana arribaron con migrantes a Nueva York durante el fin de semana de Año Nuevo.
En medio de la creciente crisis migratoria en Nueva York, un desafiante flujo de autobuses cargados de migrantes ha llegado a ciudades de Nueva Jersey, burlando las recientes restricciones impuestas por el alcalde neoyorquino, Eric Adams, con el objetivo de contener la situación.
La ciudad de Jersey City, ubicada en las cercanías de la Gran Manzana, informó a través de la red social X que aproximadamente una decena de autobuses procedentes de Texas y uno de Luisiana arribaron al estado durante el fin de semana de Año Nuevo.
Estos vehículos transportaban a casi 400 migrantes, quienes al parecer optan por continuar su viaje hacia Nueva York utilizando el servicio de trenes.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, abordó la situación la noche anterior mediante un portavoz al medio Politico, indicando que se ha registrado la llegada de “un puñado de buses con familias migrantes en varias estaciones de tren”.
Murphy expresó su preocupación al considerar que su estado está siendo utilizado como “punto de tránsito” para evadir la orden ejecutiva de Adams.
Asimismo, el alcalde de Secaucus (Nueva Jerey), Michael Gonnelli, informó que funcionarios del condado de Hudson habían informado a la policía de la ciudad sobre la llegada de autobuses a la estación de tren en Secaucus Junction. Detalló que se cree que llegaron cuatro autobuses y dejaron a inmigrantes que luego tomaron trenes a la ciudad de Nueva York.
Burlan las leyes de Adams
La orden emitida por el alcalde Adams busca regular el arribo de autobuses chárter con inmigrantes provenientes de otros estados. Exige que notifiquen su llegada a la ciudad con 32 horas de antelación, estableciendo que el incumplimiento de esta normativa se considerará un delito menor.
Las consecuencias pueden ir desde multas hasta demandas, e incluso la confiscación de los vehículos utilizados en el transporte de migrantes.
“No podemos permitir que los autobuses con personas que necesitan nuestra ayuda lleguen sin previo aviso a cualquier hora del día o de la noche”, dijo Adams en conferencia de prensa virtual con los demás alcaldes. “Esto no sólo nos impide brindar asistencia de manera ordenada, sino que pone en peligro a quienes ya han sufrido tanto”.
En respuesta a la situación, el portavoz del gobernador afirmó que las autoridades locales y federales están coordinando esfuerzos para abordar este desafío migratorio. Confirmó que “todos o casi todos” los migrantes que llegaron en los autobuses han continuado sus viajes hacia su destino final en la ciudad de Nueva York.
Los datos más recientes de la Alcaldía de Nueva York revelan que, desde abril de 2022, más de 161,000 inmigrantes han llegado a la ciudad, con alrededor de 68,000 actualmente bajo el cuidado de las autoridades locales. Estas cifras han generado un agujero presupuestario significativo, estimado en $12,000 millones de dólares para mediados de 2025, según las declaraciones de Adams.
Una crisis que se agudiza en New York
Los inmigrantes recién llegados saturaron el sistema de acogida de la ciudad, que ya enfrentaba dificultades para acomodar a los desamparados, cuyas cifras se habían incrementado desde la pandemia.
Para el mes de marzo, cuando unas 50,000 personas habían arribado a la Gran Manzana, 30,000 de las cuales estaban en albergues y hoteles de los cinco condados, el ejecutivo municipal, Eric Adams, clamaba que la ciudad estaba “con el agua al cuello”.
Un intento de enviarlos a ciudades al norte del estado se encontró con el bloqueo de condados como Rockland, que amparados en órdenes judiciales rechazaron la reubicación de los migrantes.
La administración municipal comenzó a realizar una serie de estrategias para abordar la situación, desde darles boletos a los recién llegados para trasladarse a otras ciudades, hasta pedir que se suspendiera la ley que obliga a dar alojamiento. Iglesias y sitios de culto se convirtieron en albergues, así como más de 200 de hoteles, entre ellos el famoso Hotel Roosevelt, que reabrió sus puertas como un centro de acogida de migrantes.
Al cierre del año 2023, las autoridades cifraron en más de 150,000 los inmigrantes llegados a la ciudad desde abril del 2022, según datos recogidos por la Agencia EFE. De la misma manera, las personas que se hallaban bajo el cuidado de la municipalidad sumaban más de 122,500, de los cuales más de 67,000 eran recién llegados, que según se divulgó en una audiencia del comité de Finanzas del Concejo en octubre le costaban a la ciudad $394 dólares diarios por persona.
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